Antes de empezar el tratamiento realizamos un diseño previo el cual iremos adaptando hasta conseguir el efecto deseado. Cada mirada es única por eso cada trabajo también es diferente. Puedes elegir el grosor, un sombreado de mayor o menor intensidad o la longitud del rabillo. Cuéntame cual es tu idea, cómo te gustaría ver y te aconsejaré sobre la técnica que encaja mejor con tu estilo. 

Una vez tenemos nuestro diseño empezamos a pigmentar. Para ello utilizaremos un dermógrafo (la misma máquina que utilizamos para sombreado de cejas y labios) con el realizaremos pasadas muy superficiales sobre la piel del párpado hasta conseguir el diseño y la intensidad deseada. 

La duración del efecto dependerá del tipo de piel, hábitos e intensidad del trabajo realizado. Aproximadamente podríamos requerir un mantenimiento para avivar el color a los 1,5 -3 años.

Dependerá en gran parte de la técnica escogida. La zona entre pestañas por ejemplo siempre está húmeda y puede desvanecerse mucho antes que un eyeliner clásico. O una línea muy pigmentada requerirá retoque antes que un ligero y suave sombreado.

Para obtener el mejor resultado y la mayor retención del pigmento es importante seguir los cuidados posteriores detallados. Solo en las primeras 24h recomiendo lavar la zona cada pocas horas con un jabón suave previamente especificado, seguidamente aplicamos un poco de la  crema regenerativa que te proporcionaré en cabina. Aplica un poco de hielo para evitar que la zona se inflame, a veces ocurre al despertar al día siguiente, si es así, desaparecerá en ese mismo día.  

Durante la primera semana cuida la zona, evita el sol directo, piscinas, playas, sauna, no rasques ni uses maquillaje hasta que la piel se haya regenerado. Si hay descamación no arranques las finas costras, este proceso es totalmente normal. 

Trabajar de forma muy suave y superficial y aplicar crema calmante durante la sesión nos facilita mucho las cosas, hace que el tratamiento sea muy llevadero.

A través de la experiencia puedo responderte que sí, siempre que acudas a un buen profesional cualificado que trabaje la zona de forma responsable.

La piel del párpado es muy fina y delicada, por no hablar de cuando estamos ante una piel madura o sensible, por eso días antes del tratamiento me aseguraré de que nada interfiera en tu salud y durante el proceso trabajo de forma muy suave realizando pasadas muy muy superficiales, tan solo rozamos la piel sin presionar en ningún momento.

El párpado caído es uno de los casos que más trabajamos. Y sí, se puede conseguir un efecto bonito en este tipo de párpados y la mirada mejora muchísimo.

La clave está en no realizar un rabillo que sobresalga demasiado, durante el diseño previo, con la mirada descansada y sin gestos trazamos una línea que no llegue a doblarse con el párpado. Así no solo evitamos que visualmente decaiga más la mirada si no que por el contrario elevamos y rasgamos al dar densidad en la parte final del ojo. 

Muchas de mis clientas que acuden a realizan este tratamiento no suelen maquillarse, y precisamente por eso notan un cambio y mejora en su mirada cuando hacemos el diseño previo. 

Es ahí cuando salen de dudas. Un trabajo fino y natural siempre mejorará el conjunto de tu mirada y mejor aún si no estabas acostumbrada a maquillarte ¡porque no tendrás que hacerlo más!